—Por supuesto, puedes confiar en nosotros, y estoy seguro de que ella será más feliz con Lu Qiang que con cualquier otro. Él es una gran persona —Lu Feng estuvo de acuerdo.
—Lo sé, por eso la dejé sola con Lu Qiang cuando nunca antes la había dejado sola con ningún hombre. Él tampoco sabe lo que le pasó, pero creo que esperará a que ella le cuente todo por sí misma.
Justo entonces, llegaron las bebidas y ambos comenzaron a beber.
Después de dar unos sorbos a la bebida, con una expresión seria en su rostro como si estuviera pensando en algo, Lu Feng habló.
—Quiero que me cuentes lo que le pasó en el pasado porque creo que ese día nunca llegará en que ella me lo cuente todo por sí misma.
Jiang Yang le dio una mirada inquisitiva, —¿Estás seguro? Porque me temo que no podrás soportarlo.
—No espero mucho, pero al menos merezco saber todo sobre ella, especialmente algo que cambió su vida —Lu Feng contrarrestó.