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—Véndeme Feili —Zhao Moyao declaró. Estaba en su oficina con Zhao Lifei sentada frente a él. La había llamado temprano en la mañana y para su sorpresa, ella realmente vino. Esperaba que se quejase y gruñera sobre la hora, pero ahí estaba, sentada frente a él.
—¿Por qué? —Zhao Lifei decidió complacerlo, pero al final, nunca cedería.
—Está subiendo excesivamente rápido. El valor se disparará pronto, un descuento sería agradable.
—Hablas como si fuera a venderlo —ella lo molestó, colocando abajo la taza de café que Li Xuan le había dado. Aunque él era un experto en conseguir café para su abuelo, parecía que no conocía sus preferencias a ella. Sin embargo, no le importaba. Su gusto constantemente cambiaba dependiendo del clima.
—No necesitas preocuparte por una empresa cuando tus cuentas bancarias ya tienen suficientes ceros —Zhao Moyao le respondió, observando cómo sus labios se curvaban en una sonrisa.
