Lo primero que recibió a Zhao Lifei cuando el coche entró en el camino de entrada fue el brillante destello y los clics de las cámaras que rivalizaban con un evento de alfombra roja con celebridades de la lista A. Bueno, en este caso, eran socialités de la lista A cuya riqueza era significativamente mayor que la de los famosos, por lo que no fue una sorpresa que este banquete sería un gran acontecimiento.
Zhao Lifei suspiró ante los paparazzi enjambre y las luces deslumbrantes que eran tan cegadoras, que tuvo que cubrirse los ojos. A pesar de que las ventanas estaban muy tintadas, las luces aún atravesaban fuerte.
Ella estaba nerviosa ante la idea de enfrentarse al centro de atención después de dos largos años de ausencia. Casi había olvidado cómo comportarse frente a los paparazzi o cómo salir elegantemente de un coche.
Aspiró un gran bocado de aire para calmar sus nervios crecientes. Contando desde cinco, se preparó para bajar del coche.
Cuando el coche delante de su Maybach finalmente se alejó, Zhao Lifei sabía que era su turno de salir del coche. Observó con cautela la alfombra roja antes de rodar los ojos.
En el minuto en que su coche llegó al principio de la alfombra roja, la cámara se enfocó sobre el coche caro. Todos estaban curiosos por ver quién sería el hombre o mujer deslumbrante que saldría de tal coche de gran valor.
Mantuvieron la respiración en anticipación cuando el chofer salió del coche. ¡Hasta el conductor se veía guapo y bien formado! ¡La persona dentro del coche debía ser algo extremadamente influyente!
El chofer usó su cuerpo para bloquear la vista de la gente y después abrió la puerta a una pequeña rendija.
—¿Lista, señora? —preguntó, bloqueando los brillantes destellos de la cámara.
Zhao Lifei respiró hondo y luego asintió. —Lista —dijo con firmeza.
El chofer le dio un asentimiento de confirmación antes de hacerse a un lado y abrir la puerta en todo su esplendor.
Instantáneamente, las cámaras hicieron clic y las voces fuertes de la gente se podían escuchar. Muchos suspiros se extendieron por la multitud mientras las cámaras se movían más rápido que la velocidad de la luz.
Una pierna larga y delgada salió primero, seguida por la otra.
Cuando Zhao Lifei salió en todo su esplendor, con los hombros hacia atrás y la cabeza erguida, la gente no podía creer lo que veía. Vestida con un hermoso color, realzado por sus pendientes de zafiro, parecía una Diosa deslumbrante.
Cuando sonrió y saludó con elegancia a la cámara, se desató el caos. Los entrevistadores presionaban hacia adelante, las cámaras hacían clic más rápido, y la gente empezó a susurrar y a hablar entre ellos.
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No esperaban que la ex Reina de las Socialités saliera tan elegantemente. ¡Por el amor de Dios, la habían destronado, pero caminaba como si todavía llevara la corona!
—¡De ninguna manera! ¿Esa es Zhao Lifei? —preguntó una mujer escandalizada.
—¿Cómo consiguió poner sus manos en ese vestido? ¡Es de diseño personalizado! —exclamó otra, con los ojos bien abiertos.
—Espera un minuto... ese vestido... —murmuró alguien más, intentando recordar.
—¡Olvida el vestido, solo mira los pendientes en sus orejas! —indicó otra, completamente sorprendida.
—Tch, ¿a qué gran pierna se está aferrando ahora? —preguntó alguien con desdén.
—¡Já! Por supuesto que la zorra encontraría un sugar daddy tan rápido! ¡Siempre chupándole el dinero a algún hombre! —se burló otra con malicia.
—Y vino sin pareja, qué vergüenza —comentó otro con desprecio.
La gente hablaba y cotilleaba sobre la presencia de Zhao Lifei. Si ella escuchó alguno de sus términos irrespetuosos, no lo mostró. En su lugar, sonrió brillantemente para sus detractores y desfiló por la alfombra roja, como una Diosa caminando sobre columnas de mármol.
Incluso si parecía absolutamente perfecta, sin un solo defecto a la vista, la gente hablaría. Incluso si estaba vestida con un atuendo caro, siempre señalarían las imperfecciones.
Zhao Lifei ya había aceptado la cruel realidad. Sin importar lo que hiciera o dijera, la gente hablaría porque esa era su naturaleza. Hubo un tiempo en que ella también era como esas personas cuyo corazón estaba lleno de descontento y odio.
Ella entendía de dónde venían sus palabras, pero nunca se dio cuenta del impacto que tenían sobre alguien, hasta que ella fue la que experimentó estas palabras cortantes.
Ignorando el ruidoso chismorreo, Zhao Lifei entró al banquete. No le dedicó a la anfitriona una segunda mirada cuando le pasó la invitación y entró al banquete.
Cuando se abrió la puerta, cien pares de ojos la siguieron. Instantáneamente, la animada charla se desvaneció en murmullos bajos. La música seguía sonando, la gente seguía socializando, pero muchas miradas estaban fijas en la ex Reina.
Cuando la gente había visto su nombre en la lista, pensaron que estaría demasiado asustada para venir. La gente pensó que sería una cobarde y huiría, así que cuando ella llegó, vestida con sus mejores galas, la gente se sorprendió.
Eso fue, hasta que echaron un mejor vistazo a su atuendo.
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