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—Su Meixiu tomó la palabra: "Disculpe, señorita Zh-, quiero decir, Presidenta Zhao, ¿pero serán suficientes dos empleados? ¿No debería haber un consultor…?" Se detuvo cuando Zhao Lifei ni siquiera se molestó en mirarla. Sus ojos temblaron de irritación.
Nadie la había ignorado nunca en una reunión, pero, de nuevo, la mayoría de los CEOs mayores, Vicepresidentes o representantes de empresas eran hombres y a menudo quedaban hechizados por su deslumbrante belleza.
Wei Hantao habló por ella —Nuestra presidenta aquí no necesita un consultor ni nadie más. Puede manejarse por sí sola.
Yang Feng no necesitó más explicaciones para saber a qué se refería el inferior Vicepresidente. Aunque había sido hace tiempo, nunca olvidaría la excelencia que ella había demostrado en la Corporación Zhao, la manera en que podía silenciar a las personas con sus palabras. Ella, sola, sería suficiente.
