—Casi olvido darte esta noticia —murmuró de repente.
El cuerpo de Clara aún temblaba, y no pudo evitar sonreír al pensar en la cantidad de veces que ella y Gilas lo habían hecho a lo largo de la noche. Era como si el sueño ya no existiera en su vocabulario en ese momento. Ambos no podían tener suficiente del otro, así que realmente no le importó que él no parara y le hiciera el amor toda la noche.
Nunca pensó que participar en este tipo de actividad podría ser tan adictiva. ¿Era porque le gustaba el hombre con el que lo estaba haciendo?
[¿Gustar?! ¿Estás segura de que solo le "gustas" a él?!] Como de costumbre, su lobo Sheba no dejaría pasar esto y comenzaría con sus quejas.