—¿Lo has visto? —estalló Jayra ante los guardias reales.
Era un caos. Sephiro no aparecía por ningún lado y la Torre Magi estaba alborotada mientras todos buscaban a la única persona donde el hilo sanguíneo del Rey Demonio de Helion, Devon, residía actualmente.
Jayra apretó los dientes mientras intentaba calmarse. Si recordaba correctamente, Sephiro estaba ubicado en el lugar más sagrado dentro de la propia torre. Incluso se habían asegurado de lanzar un fuerte hechizo para mantener al niño en su lugar, pero lo que no esperaban era que de alguna manera el niño lograra escapar. Teóricamente debería haber sido imposible hacerlo, a menos que...
