En la Mansión Keen, Luna Creciente de Plata
Gilas decidió que finalmente era el momento de presentar a Clara al resto de la Manada del Creciente de Plata. Había tardado mucho en llegar. Y con su pareja ya más que dispuesta a ser su Luna, solo era cuestión de tiempo hasta que tuviera que participar en la gestión de su Manada y territorio.
—Aunque todavía no te ha marcado y ustedes dos aún no se han emparejado —Ham recordó—. Algunos podrían cuestionar si realmente quiere ser tu pareja.
—Sucederá cuando suceda —Gilas respondió casualmente a su lobo—. No la apresuraré. Por mucho que ambos lo deseemos, quiero que ella esté dispuesta cuando finalmente nos emparejemos.
Ya ni siquiera era un "si" más. Si algo, estaba prácticamente garantizado que completarán el Vínculo de Compañeros en algún momento en el futuro. Tal vez no era ahora o mañana, pero sucederá, y él estaría esperándola con los brazos abiertos.