En el Castillo de Cordon
Una vez que todo estaba dicho y hecho, Darío decidió tener una reunión seria con todos sus funcionarios de confianza para discutir sus planes junto con la reorganización de las diversas tareas que quedarían sin cubrir debido a la repentina ausencia de Bartos.
—¿Hasta cuándo se quedará Bartos en Ebodía? —preguntó Gedeón.
—Todavía no estamos seguros. Pero por el momento, Calipso se hará cargo de sus deberes mientras tú le das la asistencia que podría necesitar para realizarlos adecuadamente —respondió Darío. Aunque no le era desconocida la tensión que estaba gestándose entre Gedeón y Calipso, aún tenía que tener en cuenta el bienestar del reino, lo que significaba que estos dos deberían actuar de manera profesional si querían serle útiles.