```
En la Mansión Keen, territorio de la Manada Luna Creciente Plateada,
Clara, junto con su suegra Shila, había sido escoltada rápidamente de vuelta a la Mansión Keen por los hombres de Gilas tan pronto como las cosas se calmaron en la arena. Viajaban en un carruaje discreto en silencio, con Gilas y sus hombres delante de ellas ya que todavía tenían que limpiar algunas cosas en la mansión.
Todavía tenían que capturar e interrogar a todos los hombres y secuaces de Nasser y nadie sería perdonado por coludirse con un enemigo del reino. Esa era la manera de Darío, y sin duda se aseguraría de hacer de ello un ejemplo para los demás...