—No puedo creer que me haya quedado dormida —murmuró para sí mientras caminaba con pasos largos hacia su destino.
Bueno, no podía culpar a su pareja por no haberla despertado, pero hubiera sido bueno si al menos estuviera presente en una reunión tan importante con respecto a sus planes para derribar a Nasser.
Lamentablemente para ella, cuando llegó a la puerta, todos ya estaban saliendo de la habitación.
—Xenia —Jayra la saludó con una sonrisa burlona al acercarse—. Su Majestad es el único que queda adentro. Dijo que quería que descansaras un poco más…
Xenia tenía una sonrisa incómoda mientras respondía:
—Claro. Me quedé dormida más tiempo de lo que pensé. Pero de todos modos, sinceramente vine aquí para buscar al Señor Osman. Tengo algo importante que darle… —Luego le dio un asentimiento añadiendo—. Iré directamente a tu lugar de trabajo más tarde para mostrarte algo en cuanto termine con esto.