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[Undécima noche dentro del Bosque del Elemento]
Tal y como se prometió, Devas acompañó a Xenia hasta el territorio de Polo para que ella pudiera hablar personalmente con el tritón acerca del uso potencial del Lago de la Vida.
Al llegar al dominio del tritón, ella tragó saliva cuando se vieron rodeados de agua. Escuchar el sonido suave del agua cayendo por todas partes era realmente relajante. Y mientras bajaban las escaleras, los sirvientes rápidamente vinieron y los guiaron hacia una zona especial donde podían esperar y sentarse.
Relegados a esperar que el guardián tuviera a bien presentarse, Xenia no pudo evitar mirar alrededor y admirar la vista a través del vidrio transparente que los rodeaba. Tenían una buena vista de las aguas profundas alrededor de ellos, donde diferentes tipos de criaturas marinas pasaban sin preocupación alguna.
Pronto, sin embargo, Polo llegó.
—Ah, es una visita bastante inesperada, Devas —comentó Polo al llegar.
