—¿Estarán bien? —Xenia había preguntado con curiosidad, refiriéndose específicamente a Freya y Gedeón.
Ella y Darío ya estaban afuera, preparándose para dejar los terrenos del castillo Cordon mientras ambos llevaban sus capas con capuchas. La princesa ya se había montado en el lobo de Darío y el rey la siguió poco después, abrazándola por detrás.
Frente a ellos, Bartos los guiaba hacia la salida, asegurándose de que no hubiera disturbios en su camino. Al salir, decidieron utilizar la puerta del Suroeste para dejar el castillo. Darío no quería que nadie supiera exactamente cuándo se habían ido, por lo que eligieron la puerta menos utilizada de todas.