Tan pronto como Xenia se vistió, procedió inmediatamente a la capilla del castillo para presenciar la boda de su hermana, Mineah, con el Rey Vampiro. Fue una boda solemne y sencilla, siguiendo las reglas y tradiciones de Ebodía.
Dándose una última mirada, sabía que debería llevar algo más femenino y adecuado a su estatus real como su madre, pero realmente no quería perder más tiempo cambiándose de ropa. Además, nadie se atrevería siquiera a señalar el hecho de que estaba vestida para la batalla, viendo la situación actual en la que se encontraban.
Al llegar a la capilla, Xenia notó que un número considerable de familias reales y sus parientes estaban presentes. Los Oficiales del Estado del Reino de Ebodía también estaban presentes, lo cual era previsible, ya que tenían la tarea de permanecer dentro del castillo para asistir al Rey Stephan en estos tiempos difíciles.