—Clara no sabía qué más había pasado después de ese beso. Su cuerpo hormigueaba por completo, y esa indiscutible sensación de plenitud y anhelo le invadía los sentidos.
—Todo lo demás le importaba poco. Lo único que importaba era que Gilas estaba caminando a su lado, su mano envuelta alrededor de la suya mientras recorrían la pequeña plaza donde se desarrollaba el festival.
—[¿¡Incluso estás agarrada de la mano con él ahora?!] —Sheba se rió con alegría—. [En serio, ¿puedes siquiera decirme que no te gusta?]
—[Simplemente se siente natural en un lugar como este,] —Clara respondió con debilidad, sus mejillas todavía rojas por la oleada de emociones que aún recorrían sus nervios—. [Es solo agarrarse de las manos de forma platónica. Nada más, nada menos.]