Xenia se sentía totalmente exhausta después de todo lo que había ocurrido. Su esposo Darío se había encargado de escoltarla de vuelta a su alcoba, y ella solo aceptó después de haberse asegurado de que Jayra estaba fuera de peligro. Según su mago Lurio, aún pasaría algún tiempo antes de que Jayra despertara, lo que dejaba a Bartos como la única persona que quedaba en la cámara mientras el resto de ellos se iba a descansar.
—¿Qué hay de Mineah? ¿Cómo está ella? —preguntó tan pronto como entraron en su alcoba.
—Nikolai ya la llevó de vuelta con él. Tus padres, junto con tu hermano y el Vidente, también se han ido debido a la reciente visión que tu Vidente tuvo —explicó Darío—. No dieron demasiados detalles sobre ello, pero tu Madre dijo que el mago Lurio te contará todo al respecto cuando sea el momento y que él permanecerá aquí hasta que la Dama Jayra recupere la conciencia.