Al día siguiente, todos habían decidido ir de caza al bosque, y aquel que matase al animal primero sería considerado el ganador. Con ese pensamiento, la Tía Rosamund, Samuel y Sofía, junto con Teodoro, galoparon con sus caballos con el plan de ganarse el favor del Rey, mientras que Calhoun había decidido unirse solo para cortejar y pasar tiempo con Madeline.
Lamentablemente para Lucy, su caballo no había galopado tan rápido como los demás caballos, y rápidamente se quedó atrás, mientras su caballo quería caminar en diagonal.
—Parece que tienes problemas con tu caballo —dijo Teodoro desde atrás. ¿De dónde había salido? Se preguntó Lucy para sí misma.
—Estoy teniendo una mala semana —murmuró Lucy entre dientes.
—Si quieres, podemos cambiar los caballos. Puedes montar el mío y yo montaré el tuyo —ofreció Teodoro.