Recomendación Musical: A través de la nieve que cae - Johann Johannsson
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Antes de que Theodore fuera encontrado por Madame Fraunces en la calle fangosa y mojada causada por la fuerte lluvia de la noche anterior, él no era nadie. Alguien que no tenía padres, ni parientes, ni personas que estuvieran dispuestas a cuidar de él o que quisieran conocerlo. Y no había ninguna razón para que alguna persona quisiera conocer a un joven que llevaba zapatos rotos, ropas desgastadas con agujeros y un rostro con moretones que parecía haber sido golpeado.
Estaba acostumbrado a permanecer solo sin ninguna compañía, y la única persona a la que se había acostumbrado era la mujer que lo había acogido y refugiado.
Aunque Theodore había aprendido el arte de seducir a mujeres o chicas para su propio beneficio, nunca había llegado a amar a nadie. El vampiro estaba distante, sin sentimientos, y una constante vacuidad en el corazón que continuaba llevando consigo.