Recomendación Musical: Amor perdido por Mattia Cupelli.
Junto a Calhoun, quien se había ido para poner el cuerpo del hombre en otro lugar fuera de la vista, Lucy se encontraba delante de la tumba cementada donde ahora yacía Ruby. Calhoun no había cerrado la tapa, y eso le permitió mirar el rostro de la mujer mayor cuyos ojos estaban cerrados. Uno podría pensar que la mujer estaba dormida, pero por la decoloración de la piel de la criada, era evidente, y era solo cuestión de días antes de que su cuerpo se redujera a huesos y polvo.
Nunca en sus sueños más salvajes, Lucy había imaginado que Ruby moriría de esa manera.
Recordaba los momentos de su pasado que había compartido con la mujer. Fue cuando tenía unos diez años y se había lastimado.
—¿Otra vez? —preguntó su madre, exasperada por las acciones de Lucy—. ¿No puedes aprender a cuidarte? A este paso, es mejor que no salgas de tu habitación. Cada vez te veo vagando por el jardín y perdiendo el tiempo.