Recomendación Musical: Epílogo de Dario Marinelli.
Calhoun llevaba ropa prestada por Theodore, y se dirigió a ver a Lady Christine Rous, quien aparentemente no era una mujer joven sino una viuda que había perdido a su esposo hace once años.
—Theodore dijo que iba a enviar a alguien en su lugar, pero nunca habría pensado que sería una persona más joven que él —dijo la mujer. Su cabello se había vuelto grisáceo y su piel arrugada.
Calhoun inclinó la cabeza en señal de saludo:
—Buenas tardes, Lady Christine. Incluso yo no esperaba conocer hoy a una mujer tan bella como usted.
La mujer se rió:
—Eres bueno con las palabras, joven. Vamos, entremos al carruaje o llegaremos tarde —dijo la mujer, y con la ayuda de Calhoun y la asistencia del cochero, ella subió primero y después Calhoun la siguió antes de que la puerta del carruaje se cerrase —. ¿Cuál es tu nombre? —le preguntó ella.
—Calhoun, milady —respondió Calhoun.