Recomendación Musical: The Ocean de Clinton Shorter.
Oh no —pensó Lucy para sí misma...
Amaba a su tía, pero había veces en que se había metido en problemas por no informar a su madre o a su abuela de antemano. Sus pies no se movían del lugar en que estaban, pero cuando su tía colocó su mano sobre su espalda, Lucy pudo sentir cómo la tensión aumentaba en su cuerpo.
Había pedido a su criada Amice que le preparara el vestido para ponérselo, de modo que su abuela no viera la línea roja que el cuchillo había causado contra su cuello. Al menos ese era su plan, pero no esperaba encontrarse con su tía en su camino a la habitación.
—Pareces tan reacia a pasar tiempo conmigo, querida —dijo Rosamunda, frunciendo el ceño—. ¿Tal vez hice algo que no te gustó? De alguna manera debí haberte molestado —dijo la mujer, lanzando una mirada preocupada a Lucy, quien negó con la cabeza.