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Aviso: Tenga en cuenta que el libro es puramente ficticio y sus caracteres son inventados y no están basados en la vida real o en hechos.
Recomendación Musical: Following the clock to sleep de Oberhofer.
Cuando Madeline abrió los ojos, que habían vuelto a su marrón habitual, le tomó un tiempo antes de poder abrirlos completamente y ver dónde estaba. Todo lo que veía era el cielo azul que se extendía de un extremo a otro con una inmensidad sin fin. Sintió algo suave debajo de donde yacía, y se empujó para levantarse.
Madeline miró hacia abajo para ver las nubes ahumadas bajo sus pies. No sabía dónde estaba y no encontraba a nadie alrededor en ese momento.
¿Dónde estaba ella y qué hacía ahí?—se preguntó Madeline para sí misma.