Recomendación Musical: Un ruego al Destino de Lorne Balfe.
Vladimir no pudo evitar la sonrisa que se extendió ampliamente en sus labios. Estaba orgulloso de que Calhoun no fuera un tonto, pero eso también lo metía en bastantes problemas aquí.
—¿Crees que los ángeles lo van a dejar pasar? Hasta que Madeline sea un ángel, siempre la desearán. Y no les importa si es medio demonio o si solo tiene una gota de sangre de demonio. Ellos creen en salvar almas —explicó Vladimir, alzando las cejas hacia Calhoun.
—Pensé que había reglas para entrar al Cielo —dijo Beth después de escuchar lo que Vladimir acababa de decir.
—¿Como cuáles? —preguntó Vladimir.
—Nunca mentir, nunca matar, nunca tener... relaciones sexuales —Beth carraspeó.
Vladimir echó la cabeza hacia atrás y empezó a reír como si hubiera escuchado el mejor chiste. Su risa continuó resonando en el lugar, y finalmente dijo: