—¿Estás contenta ahora? —gruñó Morganna mientras Vladimir no solo había doblado, sino roto su orgullo.
—Aún no —respondió Vladimir—. Las mismas personas a las que manipulaste en el pasado ahora han sido manipuladas en tu contra. Veamos —y el Diablo miró a la multitud—, vuestro legítimo Rey Calhoun Hawthrone estaría complacido de dejar la justicia en sus manos. ¡Los dejo a su merced!
—¿Q-qué? —preguntó Laurence, sorprendido—, ¡D-dijiste que reducirías mi castigo!