Recomendación Musical: Fugas y Demandas de Tim Wynn.
En el mundo subterráneo, el fuego ardía en la cima de altos pilares que rodeaban una torre negra, donde se podían oír los gritos de demonios y otras almas por todos lados. Aunque había fuego quemándose en algunas partes del Infierno, no aparecía humo en el aire.
Las paredes de la torre eran anchas, y uno de los demonios cuyo cabello aceitoso estaba peinado hacia un lado, se abría paso por los pasillos. Odín llevaba un par de pergaminos enrollados en sus brazos y su cuerpo se balanceaba de un lado a otro. Mientras caminaba por los otros pasillos, demonios menores que trabajaban a los lados sirviendo a su Maestro.
Los demonios no tenían una apariencia humana, sino que tenían cuernos en la cabeza y su cuerpo parecía deforme comparado con la gente del mundo de los vivos. Se burlaban mirando al demonio sirviente porque él no había cambiado su apariencia del mundo de los vivos.