```
Recomendación Musical: Severus y Lily de Alexandre Desplat.
Beth no estaba tan sola como creía en el bosque. Alguien había entrado al bosque, dirigiéndose hacia donde ella estaba. La persona estaba no muy lejos detrás de ella, observándola llorar sobre el demonio que estaba muerto.
—Es curioso, ¿no? Cómo la gente sigue muriendo cerca de ti.
Beth se giró hacia la dirección de la voz para ver a la persona que le hablaba. Sus ojos parpadearon para apartar las lágrimas y ver a la mujer que había esperado no encontrar. Era Jennine.
—No debería sorprenderte tanto —dijo Jennine, que estaba junto a un árbol.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Beth con el corazón apesadumbrado.
—¿Yo? —cuestionó Jennine—. He querido encontrarme y pasar tiempo contigo. Cada vez que quería hablarte, tu hermana siempre estaba ahí. Merodeando a tu alrededor, debiste sentirte sofocada, ¿no es así?
Beth se levantó lentamente del suelo.