Recomendación Musical: Philip por Martin Phipps.
Madeline no podía creer que hubiera hecho algo tan osado y fuera de su carácter frente a todos. Sus mejillas ardían una vez que todos salieron de la sala del tribunal y sus rodillas se debilitaron para caminar. Calhoun la había sostenido con su mano descansando sobre su espalda para que no se tambaleara detrás.
Ella volvió la cabeza, haciendo contacto visual con Calhoun, quien la miró satisfecho y extremadamente complacido.
—Hoy lo hiciste bien, amor —susurró esas palabras solo para que ella las oyera. Tan valiente como se había vuelto en esos breves momentos cuando la mujer de la Alta Casa la había interrogado y exigido pruebas, podía sentir su corazón latiendo fuertemente en su pecho, los timbres en sus oídos. Tardó cinco segundos más en calmar su corazón mientras miraba fijamente a los ojos de Calhoun.