Recomendación musical: Filotimo de Borghild Wenn.
Calhoun no se quedó mucho tiempo en la habitación de Madeline, en cambio, se fue a la suya. En los aposentos del Rey, no había nadie más que él y ella. Aún no estaban casados y encontrarse así en medio de la noche, donde Calhoun venía a su habitación a visitarla y verla, Madeline lo sentía como algo propio de amantes, que hacían tiempo para verse.
Madeline cerró con llave la habitación, dándose la vuelta para volver a su cama. Volviendo al vaso que Calhoun había usado, vertió agua en él antes de tomar un par de tragos para aliviar su garganta seca. Con él no estando en la misma habitación que ella, le era más fácil mantener la cabeza fría sin pensar en cosas embarazosas.