Madeline no tenía respuesta a su pregunta. Ahora que sobre ello reflexionaba mientras miraba fijamente los rojos ojos de Calhoun que la observaban con una mirada curiosa. Madeline se cuestionó a sí misma por qué le había seguido tan voluntariamente. A su habitación y al baño, mientras tomaba asiento obediente cuando él le pidió que se sentara.
Había venido aquí porque no quería ir a su habitación. Después de lo que sucedió en el bosque con la piel quemada de Calhoun, en algún lugar estaba preocupada de que la atacaran, y el único lugar donde sabía que estaría segura era donde estaba Calhoun. En medio del shock y la preocupación, Madeline miraba a Calhoun con asombro.