```
Al escuchar esas palabras de Calhoun, solo se le hizo más difícil a Madeline montar el caballo mientras aún intentaba levantar más su cuerpo; sin olvidar la manera en que Calhoun la observaba con toda su atención.
Aunque Madeline era terca para pedir su ayuda, Calhoun le dio un minuto más antes de bajarse de su caballo y caminar alrededor —¿Terminaste de intentarlo? —le preguntó.
Madeline tuvo que admitir para sí misma que no iba a poder montar el caballo por sí sola ya que incluso si pasara un día, aún estaría luchando para subir a la silla de montar. Giró su cabeza para encontrarse con los ojos de Calhoun. Él tomó su silencio como señal de que finalmente se había rendido y estaba lista para aceptar su ayuda.