—Déjame echarle un vistazo —tomó tres pasos hacia ellos, y Madeline respondió:
—Creo que ha mejorado. El polvo debe haber salido. —Madeline no quería que Sofía le metiera los dedos en los ojos y lo llamara un accidente. Madeline sabía que no estaba soñando y podía sentir el desagrado de Sofía hacia ella. La vampiresa sonrió a Madeline, quien sintió como si el polvo hubiese sido solo una estratagema de la chica del pueblo que quería acercarse al Rey.
—Es bueno ver que todos están despiertos temprano —Sofía aplaudió las manos juntas—. ¿Quizás podamos hacer algunos planes juntos e incluso salir más tarde al mediodía? —preguntó a Madeline ya que ella era el sujeto de su interés en este momento y que debía ser mantenida alejada del Rey.
Calhoun había estado mirando los ojos de Madeline que no se encontraban con los suyos cuando dijo: