—Madeline no quería ni pensar en lo que iba a decir el Rey, eso que él había dejado en el aire a propósito para que ella lo completara. No se atrevía a pedirle que terminara la frase porque sabía que iba a ser algo cuyo contenido le resultaría espantoso escuchar. Calhoun era atrozmente desvergonzado cuando se trataba de expresar sus pensamientos.
Esperando desviar su atención de tener que pintarla, preguntó:
—¿Esta pintura tiene un origen?
—Es uno de los pueblos que pertenece a Wiltshire. Un pueblo antiguo que no ha sido remodelado ni retocado. El más viejo de los viejos —Calhoun se había metido las manos en los bolsillos.
Los ojos de Madeline volvieron a fijarse en la pintura que hacía uso principalmente de colores oscuros. Se parecía al mercado que había en su pueblo, pero este tenía un aire peculiar, como si estuviera impregnado de melancolía. Parecía que Calhoun no solo era un hombre desvergonzado, sino que también tenía talento para la pintura.