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—Estoy listo —murmuró Jeff para sí mismo, ajustando sus auriculares y revisando el volumen de su reproductor de música. La melodía oscura y enigmática de Dulce Suite Brutal por Jeff Ruso comenzaba a fluir a través de sus sentidos.
Vladimir chasqueó sus dedos y el dolor lentamente comenzó a disminuir, y Laurence aspiró aire con ansias.
—Yo estoy totalmente dispuesto cuando se trata de lastimar y matar a las personas, pero tú... Inútil maldita escoria a la que más que felizmente te cortaría con el cuchillo del carnicero que consigues en el mundo de los vivos. ¿Cómo te atreves a pensar que te dejaré ir tan fácilmente? —Los ojos de Vladimir se oscurecieron, mientras su voz se tornaba fría.
—¿Qué te he hecho?! —exigió Laurence. Levantó la cabeza para mirar a Vladimir con su rostro contorsionado por el dolor al sentir cómo un repentino choque de un rayo golpeaba su cuerpo.
