—Calhoun no era un hombre bueno, y lo aceptaba. Por la mañana, cuando ella llegó tarde, él aprovechó la oportunidad de echar a los sirvientes de la habitación para poder admirar a la chica por sí mismo. Para Madeline, parecía que él había estado ocupado vistiéndola, esperando que no estuviera mirando sus curvas femeninas. Pero Calhoun había visto el profundo contorno de su cuerpo con esa enagua transparente que intentaba cubrir su trasero y los dos montículos en su pecho.
—Había querido tirar de ella hacia sí y tocarla sin ningún tipo de restricción sobre su ropa, pero ella parecía un animal listo para salir corriendo de la habitación. Pero tenía que saber que no debía ponerlo a prueba más. Porque él la perseguiría y el final no sería algo que ella quisiera vivir en ese momento, pero él lo cambiaría.
Él había moldeado a las personas antes según sus propias necesidades y deseos. Madeline le estaba rechazando ahora, pero él haría que ella lo deseara.