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Dos nuevos pares de pies entraron en el recinto del castillo, avanzando hacia el castillo donde se había desatado la lucha entre la gente del castillo y los demonios y ángeles caídos. Los intrusos habían venido a recuperar al ángel oscuro para ofrecer a Madeline como sacrificio en presencia de la luna llena para que pudiera desatar los poderes angélicos para ser utilizados por ellos.
Vladimir olió el aire y dijo —¿Qué es esto, Odín? Parece que hay una fiesta en el castillo.
Odín siguió a su Maestro desde que habían dejado las cuevas, mirando a izquierda y derecha, alargando el cuello y oyó los gritos y el choque de los metales entre sí —Parece que hay peleas, Maestro.
—¿Sabes por qué hay gente aquí cuando ya hemos programado nuestro día para secuestrar a la esposa del Rey? A Vladimir no le gustaba la idea de que alguien viniera a tratar de interrumpir sus planes ya preestablecidos —Huele a demonios a medio hornear y ángeles caídos aquí. ¿Fuiste al Infierno, Odín?
