Ella estaba allí con los brazos cruzados sobre su pecho, sus ojos verdes observando a cada persona que caminaba cerca de la iglesia mientras también vigilaba las concurridas calles. Con la iglesia situada casi en el centro, Elizabeth esperaba con el aliento contenido, temiendo que la demonia apareciera.
Habían pasado diez minutos desde que su hermana Madeline y el miembro de la Casa Alta habían entrado en la iglesia, y ella estaba fuera aquí con Raphael. Sus dedos golpeteaban en su brazo opuesto. El viento llevaba los copos de nieve, un copo solitario llegaba frente a Beth y ella intentaba atraparlo en la palma de su mano. En el momento en que el copo de nieve tocó su palma, destellos de una niña pequeña de pie con las manos cubiertas de sangre mientras otra yacía en el suelo aparecieron frente a sus ojos.
Soltó el copo de nieve, dudando si el Invierno volvería a ser el mismo para ella.
