Después de que Aelina se marchara, Mira y los demás revisaron la información en las láminas de jade. Lo que había allí era una lista completa, más de cinco, de Minas de Piedras Espirituales de Grado Medio, su ubicación, el número de Ancianos y discípulos que las protegían y la profundidad estimada de las minas propiedad de la Facción No Ortodoxa.
Examinaron esta información con seriedad en sus rostros al darse cuenta de que la misión acababa de complicarse un poco más. Si el Maestro de la Secta les hubiera dado cinco objetivos y todo lo que necesitaban hacer era averiguar el orden, entonces sería mucho más fácil planificar en consecuencia, pero ahora tenían que cribar y encontrar los objetivos que mejor se adapten a sus capacidades.
—¡Maldita sea! ¿Por qué el Maestro de la Secta no nos dio esta información antes? —no podían evitar pensar Mira y los demás, pero entendían por qué.
—Esto también es parte de la misión.