Jiang Yue y Jiang Xiu volvieron al ático y recogieron sus cosas.
Luo Zhelan, que acababa de llegar, las llevó en coche al dormitorio de su escuela.
Las dos hermanas compartían el dormitorio con otras dos chicas.
Una de ellas era su compañera de la Clase Once y la otra de la Clase Ocho, y se conocieron justo después.
Fueron a un restaurante, Jiang Yue no le había dicho a su hermana que Luo Zhelan eligió el lugar, así que la chica no pudo evitar quedarse con la boca abierta ante lo lujoso del local.
De todos los restaurantes que Luo Zhelan podía escoger, el hombre eligió el más lujoso de todos, el Grand Roots, situado bajo el Grand Rosso.
Cuando entraron, Jiang Xiu agarró a su hermana —Hermana, solo tengo unos cuantos cientos de yuanes conmigo, ¿será suficiente? ¿Tú tienes algo de dinero encima?
Ella respondió —Yo también solo tengo unos cuantos yuanes conmigo.
Todo su dinero estaba en diferentes tarjetas.
—¿Deberíamos llamar a Kang Jinhai? Ese tipo es rico, seguramente nos dejará pedirle dinero prestado ¿verdad? —Jiang Xiu preguntó ansiosa, mientras sus ojos recorrían el lugar.
El Grand Roots está de hecho bajo el Grand Rosso porque la extravagancia del lugar no le envidia a la del ático.
Viendo la expresión preocupada de la chica, Jiang Yue la consoló —No te preocupes. También tengo mis ahorros, puedo pagar esto.
Jiang Xiu suspiró aliviada al oír eso.
Su hermana había rondado por fuera sin que nadie le diera dinero para sus necesidades, así que sabía que debía tener formas de ganar dinero y tener sus ahorros.
Un hombre los condujo hacia un cuarto privado y justo cuando giraron la esquina, vieron a los dos hombres con los que se toparon, mirando a Luo Zhelan con los ojos muy abiertos.
—Hermano Zhe, ¿qué haces aquí? —preguntó Gao Jing, luego movió su mirada hacia las dos jóvenes a su lado.
—¿Desde cuándo te volviste lo suficientemente amable como para acompañar a estudiantes de secundaria? —bromeó con una sonrisa en su rostro.
Cuando Qin Zirui escuchó eso, inmediatamente saludó a las dos chicas —Señorita Jiang Yue —se volvió hacia la otra chica y Jiang Xiu extendió su mano y se presentó —Jiang Xiu.
Qin Zirui la aceptó y se presentó, ya que no habían podido conocerse la última vez en el hospital —Qin Zirui y este es Gao Jing —hizo un gesto hacia su amigo, que ya estaba examinando a Jiang Yue como si estuviera estudiando una muestra.
—¿Qué hacen los tres aquí?
—Cenar. ¿Pueden apartarse ahora? —Luo Zhelan respondió mientras su mirada se dirigía hacia Gao Jing, quien estaba tan absorto mirando a Jiang Yue como si estuviera estudiando un espécimen.
Qin Zirui apartó a su buen amigo hacia un lado —Vamos con ustedes, todavía no hemos cenado.
—Acaban de salir de un cuarto aquí.
—Aún tenemos hambre. No pude comer bien porque estaban manejando unos negocios —Qin Zirui explicó rápidamente cualquier razón que se le ocurrió.
—Jiang Xiu nerviosamente agarró el brazo de su hermana y susurró —Hermana, ¿tu presupuesto será suficiente para dos personas adicionales?
—Jiang Yue, al oír eso, se giró hacia los dos chicos —Yo no voy a pagar por los dos.
—Qin Zirui y Gao Jing quedaron atónitos, sus ojos parpadearon al ver a Luo Zhelan sonriendo.
—Su buen amigo no quería que estuvieran allí.
—Jiang Xiu, que tenía miedo de ofender a estos pesos pesados, explicó —Estamos invitando a cenar al Joven Maestro Luo para agradecerle. No tenemos mucho dinero con nosotros en este momento...
—Qin Zirui iba a decir que los dos podrían irse ya que los ojos de Luo Zhelan estaban a punto de pincharlo cuando Gao Jing dijo —Está bien, podemos pagar por nosotros mismos.
—Ahora hay 5 de ellos yendo a su cuarto privado.
—¿Qué haces? ¿No ves que el Hermano Zhe está a punto de matarnos con la mirada? —Qin Zirui susurró a su buen amigo.
—¿No quieres llegar a conocer a esta Jiang Yue en la que el Hermano Zhe ha posado sus ojos?
—Ya la he conocido y te digo que ¡no es una buena experiencia! —Qin Zirui exclamó mientras los recuerdos de cierta experiencia seguían apareciendo en su mente.
—¿En serio? —Le explicó lo que había pasado.
—Cómo Jiang Yue detuvo su coche en medio de la noche, manos manchadas de sangre, interrogando a alguien y su identidad.
—Cuando Gao Jing terminó de escuchar, no pudo evitar maldecir por lo bajo. —Esa chica es tan loca como su Hermano Zhe.
—Son perfectos el uno para el otro. —Comentó mientras observaba la espalda de los dos.
—Te lo dije.
—¿Deberíamos contarle a Fu Liwei sobre esto?
—No, dejémosle en la ignorancia. Ver su expresión cuando finalmente se entere de esto podría ser divertido. —Los cinco se acomodaron dentro del cuarto.
—Jiang Xiu empezó a ponerse nerviosa de nuevo cuando vio la extravagancia del cuarto, que era mucho mejor que en el exterior. —¿Acabarán endeudados con préstamos estudiantiles después de esto?
—El Hospital ha preparado el traslado de tu Padre, ¿cuándo quieres hacerlo? —Luo Zhelan preguntó, a lo que Jiang Yue respondió —Este fin de semana, Xiao Xiu y yo también iremos. Supervisaré el traslado.
—¿A qué te refieres con el traslado del Padre? —Jiang Xiu no tenía idea de este asunto.