Wang Chao levantó las manos, completamente inocente —No, a diferencia de él, yo no tengo ningún compromiso de infancia —dijo de manera tranquilizadora. La expresión de su rostro, cuando dirigió su mirada a Liu Wei, me hizo querer reír, pero necesitaba contenerme.
—¿Compromiso de infancia? No es de extrañar que ella piense que eres suyo —dije también mirando a Liu Wei.
—No, tal vez la vi una vez cuando tenía 9 años y esa fue la última vez. No me casaré con ella y no quiero tener nada que ver con ella.
Humedeé, ya fuera en señal de acuerdo y comprensión o de desaprobación, se lo dejo a él descifrar. Salí del cuarto y me fui a la cama. Habría suficientes cosas de las que preocuparse en los próximos días... fastidiar a Liu Wei era solo un breve pasatiempo.