—Bueno, como puedes ver, probablemente podríamos manejar nosotros mismos la mayor parte de la oleada de zombis —dijo Wang Chao con una ligera encogida de hombros mientras mordía una patata frita.
—Pero no lo haremos —sonrió Liu Yu Zeng mientras tomaba otro bocado de su sándwich.
Eso hizo que Deng Jun Hie se detuviera, con la boca aún abierta mientras llevaba su propia comida de vuelta a la boca. Cerrando los labios, tragó. —¿Alguna razón por la que no? —preguntó. Ver el poder de Liu Yu Zeng en plena acción le había dado esperanzas de que su base sería salvada.
—Porque no aprenderás ni lo apreciarás —dijo Chen Zi Han mientras terminaba el último bocado de su propia comida antes de dar la vuelta al fregadero y lavar su plato.
Deng Jun Hie se burló de esa idea. Si alguien pudiera venir y salvarlos, especialmente alguien del mismo ejército que él, entonces tenían la responsabilidad de ayudar. Nunca dejar a un hermano atrás y todo eso.