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Kamiko está a cargo.
—Kat estaba a dos pasos de la estructura central de la barba y estaba considerando saltar hacia ella. Lo único que la detuvo fue el gruñido de Kamiko, que claramente había sido de dolor cuando habían realizado esa voltereta. Por supuesto, Kamiko le habría dicho a Kat que lo intentara.
Al final, nadie obtuvo realmente lo que quería. Kat avanzó un paso más antes de que, al intentar dar el paso final, se resbalara ligeramente y se impulsara del suelo. La pareja no alcanzó mucha altura, y más o menos solo se lanzaron hacia su enemigo.
Kamiko frunció el ceño y disparó todo el poder de sus ojos que pudo, observando cómo el pelo de la barba empezaba a humear ligeramente y nada más. Kat, viendo el área que Kamiko estaba apuntando, atrajo sus piernas cerca antes de cargarlas de energía y patear con tanta fuerza como pudo en el lugar al que Kamiko disparaba.