En cuanto Kat escuchó que era hora de un descanso, se permitió relajarse. No podía exactamente fundirse en la silla porque no estaba diseñada para sus alas, pero podía sentir cómo la presión del tiempo se desvanecía.
La puerta de la sala contigua se abrió de par en par, y mientras Kat intentaba relajarse, los Timmy pasaron sin necesidad de que los llamaran al siguiente cuarto. Kat les echó una mirada a Skye y Gracia, quienes ya se estaban levantando.
—Hup —levantándose de un salto, Kat se puso de pie y siguió a los Timmy a la siguiente sala. Era una habitación grande con un pilar central. Tenía las mismas paredes aburridas que la sala anterior, y aunque había duplicado su tamaño con un número de sillas alrededor del exterior, no era más interesante.