—Imagor volverá pronto. Sabe que has sido envenenado, querrá saber cómo. Tendrás que decidir qué deseas hacer al respecto —le dijo Neveah a Menarx tras un momento de silencio.
—Yo... no antes de haber hablado con ella personalmente. Veah... no puedes hablar de esto con nadie, tengo mis propias maneras de distraer a Imagor —dijo Menarx en tono bajo.
Neveah miró a Menarx con incredulidad por un momento, había escuchado que los dragones eran tan grandes amantes que caían completamente y absolutamente en la red del amor... y no había ni una sola palabra de mentira en esa afirmación.
El Menarx que ella conocía era mucho más racional que esto, pero Neveah supuso que esto era lo que significaba el vínculo de pareja completamente fusionado, que Adrienne era el mundo de Menarx y él no podía ser racional cuando se trataba de los asuntos de ella.