—No llores, aún no estoy muerta —murmuró Neveah con tono ronco.
La cabeza de Estelle se levantó de golpe, su mirada se fijó en Neveah y de inmediato comenzó una inquisición.
—¡Veah! ¡Estás despierta! ¿Estás bien? ¿Has recuperado el control? ¿Debo ir a buscar a Everon?... Espera, quizás no quieras verlo... pero no hay otro médico calificado... —divagó Estelle.
—Wow... wow, Elle. Respira primero y luego habla. El Creador sabe que no voy a escaparme —interrumpió rápidamente Neveah a Estelle, alentándola a hablar más coherentemente.
Estelle inhaló profundamente, su pecho se elevó visiblemente y luego exhaló lentamente antes de intentarlo de nuevo.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Estelle con tono preocupado.
—Después de todo eso... no tan mal como debería —admitió honestamente Neveah.
—No digas eso... —reprochó Estelle con tono culpable.
—Lo digo en serio, Elle. Estoy bien... no tengo dolor ni nada por el estilo y sí, tengo control —tranquilizó Neveah a Estelle.