Neveah se paró en la muralla de la sala de la luz, mirando hacia la barrera que apenas era visible, lejos adelante.
La barrera todavía emitía ese cálido resplandor dorado si uno miraba lo suficientemente tiempo, o quizás era solo en los ojos de Neveah que su forma y apariencia habían cambiado permanentemente.
Neveah se sentía extraña simplemente mirando la barrera así, había algo que provocaba, una conexión de algún tipo... débil, pero estaba allí.
Neveah no se atrevía a contemplarlo, había decidido bloquear a Demevirld completamente y había prometido lo mismo al Rey Jian.
Eso significaba que no podía permitirse albergar ningún pensamiento o curiosidad hacia eso, ya que eso revolvería a Demevirld nuevamente.
