—¡Veah! —Xenon llamó desde algún lugar del pasillo.
Neveah no le prestó atención, simplemente siguió caminando hasta que salió del castillo.
Neveah estaba a punto de montar su caballo cuando Xenon la alcanzó, agarrando su mano antes de que pudiera subirse al caballo.
—Hey... lo siento... lo siento... —Xenon se disculpó sinceramente, tirando suavemente del brazo de Neveah para que ella se girara hacia él.
—Señor Xenon, me encuentro actualmente indisponible. Si no le importa, tengo deberes que atender —Neveah dijo en un tono monótono e inexpresivo.
El frío tono de Neveah asombró a Xenon y al mismo tiempo lo aterró.
—Veah... no seas así conmigo. No te he visto en un año... dame al menos un minuto —Xenon razonó.
Neveah estuvo en silencio por un momento, pensándolo antes de conceder.
Ella pasó las riendas de su caballo a Caleb, quien había traído el caballo, y luego ella guió el camino a través de los jardines del castillo.