—No es una decisión que puedas tomar por tu cuenta. ¡Es una marca de Rey Alfa! ¡Es irreversible! Debemos buscar su consentimiento, así como él nos ha otorgado el mismo respeto —siseó Neveah.
—Estás haciendo una tormenta en un vaso de agua. Simplemente podemos ir y preguntarle, pero ya puedo adivinar cuál será su respuesta —pensó el lobo de Neveah.
Neveah no tenía palabras para rebatir la postura de su lobo, ella también sabía que Menarx aceptaría su marca sin quejas, pero incluso así, Neveah siempre había sentido que uno sabría el momento adecuado para un asunto como este.
Había un momento adecuado, un lugar adecuado y un estado mental adecuado, los tres tenían que estar presentes o Neveah nunca lo apoyaría.
—Todavía dudas en el vínculo con él —pensó el lobo de Neveah a Neveah.
El pensamiento no era acusatorio ni supositorio, era simplemente una afirmación directa que Neveah no podía negar.