—Elle, ¿qué es esto? ¡Guarda eso! —Dante susurró, intentando ponerse de pie.
Dante se quedó paralizado cuando Estelle solo presionó la hoja más cerca del cuello de Neveah, sacando sangre.
—Si haces algún movimiento brusco, realmente la mataré —Estelle advirtió con un tono siniestro que apenas sonaba como el suyo.
—Elle, ¿qué... —Dante comenzó a preguntar de nuevo pero Neveah lo interrumpió.
—Sus ojos Dante, ¿cómo se ven? —preguntó Neveah.
Dante era el único que podía ver a Estelle ya que Neveah le daba la espalda.
—Tienen un brillo extraño... algo está mal —Dante murmuró horrorizado.
—Magia oscura —aportó Neveah.
—Elle, escúchame, sea lo que sea, tienes que superarlo... ¡esto no eres tú! —Dante intentó, sus ojos se abrieron ligeramente cuando Estelle presionó la hoja más cerca.
—Yo... ella me está obligando, quiere que lastime a Neveah. Ella tiene la llave... quiere el objeto... —Estelle tartamudeó en un tono inestable.