—Woah... —Neveah guió su caballo a un alto al llegar a la Cima del Cuervo.
Allí, la academia de jinetes de la Fortaleza Asvariana se erguía en todo su esplendor.
Un centro de aprendizaje donde todos los jinetes debían recibir entrenamiento hasta perfeccionar su arte de montar.
Neveah había escuchado de Davina que la academia fue construida justo después de la sublevación y desde entonces, todo jinete de dragón había sido entrenado en esta misma academia.
Neveah dejó vagar su mirada por un momento, si se le preguntara, diría que parecía más una fortaleza que una academia de aprendizaje.
A lo que primero se aproximaron fue a las masivas puertas de hierro que servían como entrada a la vasta academia.
Estas puertas estaban cerradas con barras, y Neveah arqueó una ceja ante esto.
—¿Supongo no nos esperaban? —preguntó Neveah al Señor Rodrick, que también se había detenido a su lado.