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Todo terminaría así como sus vacaciones. Long Hui había sido llamado por el militar ya que le solicitaron que se presentara ante ellos lo antes posible.
En ese momento, la pareja estaba a punto de ir al Acuario de Osaka Kaiyukan para su cita nocturna. Fue una pena que no pudieron llegar allí.
—Lo siento, Qi Qi —Long Hui se sentía culpable hacia su amada Qi Qi.
—No... No... No... No te sientas así. Estoy bien. Es tu deber —Yu Qi no quería que Long Hui se sintiera de esa manera. Ella no lo culpaba. De hecho, estaba orgullosa de Long Hui.
Yu Qi no lo culpaba pero Long Hui aún se sentía culpable. Empacaron sus cosas y se marcharon del ryokan esa noche. Se dirigieron al aeropuerto.
Afortunadamente para ellos, había un vuelo programado hacia la Nación Binhai.
El militar ya estaba esperando a que Long Hui aterrizara. Así que, no pudo llevar a su amada Qi Qi de vuelta a su lugar. Yu Qi aseguró que estaría bien sola. Así que, Long Hui no necesitaba preocuparse por ello.
