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—Abuelo Su —Yu Qi llamó al Abuelo Su que en ese momento observaba a los trabajadores de la construcción haciendo su trabajo.
—Oh, Chica Tang, has llegado —El Abuelo Su levantó la mano.
—Abuelo, yo también estoy aquí —Su Fan apareció detrás del cuerpo de Ming Xuehai.
—Mocoso, ya llegaste. ¿Qué hay de la tienda? —El Abuelo Su gritó.
—No te preocupes. Ya le pedí al Tío que se encargue de la tienda —Su Fan sonrió.
—Todavía no puedo depender de ti —El Abuelo Su suspiró.
—¿Qué tal va el progreso? —Yu Qi miró el sitio.
—Está yendo bien —El Abuelo Su levantó el pulgar.
—Por lo que veo, ya se ha completado alrededor del sesenta por ciento —Yu Qi estaba contenta de ver el progreso de la obra.
Yu Qi pidió ir a ver el progreso y hablar personalmente con el supervisor de la obra y los trabajadores. Yu Qi tenía experiencia en el área de construcción ya que el negocio de la Familia Mu estaba involucrado en los tratos inmobiliarios.